sábado, 24 de enero de 2015

Quiero hacer el amor contigo.

"- Me olvidaba decirte que...
- Dilo.
- Que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes imaginar. Pero ésto no se lo diré a nadie, sobre todo a ti. Deberían torturarme para obligarme a decirlo.
- ¿A decir qué?
- Que quiero hacer el amor contigo. No una vez sólo, sino cientos de veces... Pero a ti no te lo diré nunca, sólo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo aquí delante de tu casa toda la vida."


La Vida es Bella




martes, 13 de enero de 2015

Para cuando no estés.

Cada día pienso en todo esto. En cada detalle de nuestra vida que ahora, de alguna forma, compartimos. Pienso en lo que vivimos, en lo que sentimos, en lo que puede pasar o lo que no. Todo es posible, nada es cierto, nada...

Aunque me cuesta, a veces quiero salir de esta situación. No por ti, si no por mi. No quiero volver a tener el corazón destrozado por otra experiencia, ni llorar sola ante la almohada que cobija mis sueños, mis sueños contigo. No quiero volver a esa situación en la que no hablamos, no nos tratamos, no nos abrazamos en el aire, ni volvemos a ser nosotros mismos. Hay cosas que no veo bien, que no quiero aceptar, y cosas en las que me doy cuenta de que quizá, y sólo quizá, el fin está muy cerca, más de lo que quiero creer...

Por desgracia, se que ésto acabará algún día, tú mismo lo dices. Cada vez que esas palabras salen de tu boca una sensación sacude mi corazón, me quedo inquieta en la oscuridad y creo que esto debería acabar ya, para no sufrir más, para no caer más en las manos de tu encanto... Para no enamorarme más.

Eres y serás lo que siempre busqué. Tu especialidad es hacerme sonreír, pero también picarme. Me haces disfrutar cada momento, cada palabra que te dedico, y cuando me dices algo bonito cierro los ojos para saborearlo y grabarlo a fuego en mi mente. Cada detalle por tu parte para mi supone un lugar idílico, un espacio donde puedo resguardarme en tiempos de tormenta. Tu pasión me quema la piel, me hace soñar y vivir intensamente cada momento contigo. Cruzo fuerte los dedos, deseando que algún día pueda demostrarte todo lo que siento, sin barreras, sin vergüenza, sin ataduras.

Sé, que tu corazón no me pertenece. Sé que estoy muy lejos de ser lo que quiero ser para ti, pero me esfuerzo día a día en darte lo mejor de mi. Confieso que a veces me da miedo lo que siento, porque veo que me voy a chocar contra la pared en algún momento, y que tu presencia se irá como el viento lleva a las hojas de un otoño. Me duele pensar en ello, no quiero ni imaginarlo... Pero intento alejarme, y no lo consigo... Me agarro fuerte a ti, sabiendo que, posiblemente ésto acabe algún día, pero hasta entonces, quiero quererte, quiero darte toda mi esencia y mi amor sin dueño, que ahora se desvela cada noche para soñar contigo.

Con tus palabras, con tus hechos, tus pequeños detalles, me abrazas fuerte contra ti, y sé que en algún rincón de tu alma no me quieres dejar ir, no quieres que te deje de llenar con mis besos al aire y mis caricias al cielo. Los dos, de alguna forma, nos complementamos, nos queremos de una forma extraña pero bonita, y... No quiero que esto termine nunca. Nunca. Jamás.

Quisiera darte todo, mi presencia, mi alma, mi cuerpo, mis sentimientos, mis ganas de quererte y de adorarte. Quisiera ser tu sueño y tu distracción, tu último pensamiento antes de ir a dormir y el sueño que mece tu mente cada noche. Quiero colarme entre tus sábanas y hacer de tu piel la mejor caricia para mi alma. Besarnos en la oscuridad y que la sonrisa nos alumbre... No necesito nada más.

Y cuando no estés, soñaré con nuestros momentos, con todo lo que hemos pasado y lo que hemos sentido. Recordaré el primer día, ese día en que te conocí y nuestro momento fue intenso. Nuestro secreto, nuestras cosas y nuestras conversaciones. Cómo me ponías nerviosa para después otorgarme un "te quiero" y deshacerme en mil vanos pedazos. La manera que tenías de hacerme sentir que no estaba sola, que estabas ahí, y así... Llevarme todo lo bueno de esto, aunque tarde en recuperarme.

Pero hasta entonces, seguiré día a día luchando, haciéndote sentir especial como realmente eres, queriéndote y adorándote. Deseando cada día estar a tu lado, y que nuestras almas sigan abrazándose de alguna manera.

"Cuando el sol salga por el oeste y se ponga por el este -dijo con tristeza-. Cuando los mares se sequen y las montañas se mezan como hojas al viento. Entonces volverás, mi sol y mis estrellas, no antes."




lunes, 12 de enero de 2015

Tu despertar.

La poca luz que entra por la ventana me despierta, me hace abrir los ojos después de una larga noche. Noto que te mueves a mi lado, y automáticamente te observo. Tu respirar lánguido, tranquilo, pasivo acompasa cada segundo que paso sintiendo tu presencia. Estás de lado, dándome la espalda. Lo único que oigo es tu respiración, y cuando te miro, no puedo evitar sonreír.

Me siento afortunada de tenerte a mi lado, compartiendo el mismo calor y las mismas sábanas, testigos de nuestra pasión desmedida y sin freno. Me giro y te abrazo por detrás, con mucho cuidado pues no quiero despertarte aún. Pongo el oído en tu espalda y escucho relajada el latido de tu corazón. Sin embargo, no puedo evitar adorarte, acariciarte, recorrerte con la mirada día a día y hacerle cosquillas al vello que nace mimoso en tu nuca. Rozar mis labios con la piel de tu cuello, y sentir cómo esta despierta ante mi tacto.

Mi adoración por ti te despierta poco a poco. Yo te lleno de mi amor.

Vas despertando. Te susurro al oído que te quiero con locura, y que doy gracias a Dios por darme la oportunidad de sentir tu piel, tu amor y tus besos, además de tu pasión. Te das la vuelta, perezoso, recién salido de tus dulces sueños, y con tus ojos llenos de descanso. Estás adorable recién despierto...

Me apoyo sobre mi codo, te miro con la cara iluminada por una sonrisa sincera y te digo:

- Buenos días, mi vida. Hoy quiero empezar el desayuno contigo.



sábado, 10 de enero de 2015

La desgracia previsible.

"El amor es una catástrofe espléndida: saber que te vas a estrellar contra una pared, y acelerar a pesar de todo. Correr en pos de tu propio desastre con una sonrisa en los labios; esperar con curiosidad el momento en que todo se va a ir al carajo. El amor es la única decepción programada, la única desgracia previsible que deseamos repetir."

Frédéric Beigbeder.


jueves, 8 de enero de 2015

Acaríciame el alma.

Ahora puedo oírte,
puedo sentir tu silencio
puedo recorrer tus besos
y soñar tus labios,
puedo escuchar tu melodía,
aún cuando estés lejos
y seas todo nostalgia.

-------------------------------------------|

Invade mi mente con tus palabras. Lléname el corazón de sonrisas sinceras, como haces siempre. A veces sueño con abrazarte y poder mirar tus ojos mientras te acaricio lentamente. Disfrutar de tu silencio en mi duermevela, sentirme agradecida por que tú seas parte de mi, notar tu calor envolviendo mi ser noche tras noche.

Empezar los desayunos con tu cuerpo. Amarte tal como eres, en todo tu ser, y besar tu carita cuando despiertas y me das los buenos días. Acurrucarme en el centro del latido de tu corazón y absorber la energía que desprendes. Grabar a fuego tu perfume en mi mente y deleitarme con tus caricias. Tocar el cielo juntos, llevarte a lo más alto entre las sábanas y entrelazar mi mano con la tuya. Desear que el tiempo no pase, que se pare para nosotros. Que nuestro roce sea suave y cariñoso, algo deseado e intenso, algo provocado y espontáneo a la vez.

Me alimentaría de tus besos, de tus caricias, de tus paseos por mi piel y de tu risa. Esa que me acaricia el alma, que me hace sentirme tan bien cuando te tengo para mi. Que me condenen si de verdad no amo tu risa, y si es mentira que estoy deseando verte sonreír. Me deleito en lo sumamente especial que eres para mi, en lo que me haces sentir y en lo locamente pillada que estoy por ti. Eres único.

Disfrutar de algún paisaje contigo. Rozar mi nariz con la tuya, reír, sanarme el alma y después quererte en la mayor expresión jamás alcanzada. Adorarte por cómo eres, mientras me encuentro en mi silencio más reflexivo y veo cómo el sol baña cariñosamente tu cara, cómo el aire mece levemente tu pelo. Sentir en mi cuerpo el impulso de amarte como tu y yo sabemos, con nuestro aliento envuelto en palabras obscenas y miradas lascivas, pero con el afecto siempre presente.

Deseo observarte. Mirar como haces cualquier cosa, cualquier movimiento. Mirarte fijamente mientras estés concentrado, o mientras me cuentas algo. Adoro tu voz, porque noto como a veces cura las heridas de mi ser, y es la madre de muchas de mis sonrisas más sinceras. Mirarte de forma furtiva, sin que lo notes, y deleitarme contigo en silencio... Cómo lo deseo.

Gracias por ser como eres.

Te quiero, mucho.