jueves, 20 de octubre de 2011

Hay veces...

Hay veces que no sale esa sonrisa. Simplemente no te apetece.

Otras te sale por que sí... Porque te apetece.

Lo mejor es reírse por nada. Esa risa... Lo cura todo aunque sea por un momento. Te lo pasas bien, disfrutas... Te ríes. La risa es un momento de alegría, de paz, de diversión. Cada vez que salga, aprovéchala siempre que puedas, como si fuera un premio. A veces puede ser tan, tan volátil....

Parece que mientras que tienes esas carcajadas, todo lo demás lo olvidas, te deshaces de eso, aunque luego vuelva. Pero es un momento especial, único... Como si dentro de todo lo negro, por un momento tu alrededor fuera blanco. Son unos pequeños segundos, o de más tiempo. Sea de lo que sea, hay que disfrutarla.


Al igual que la pequeña alegría que siente tu cuerpo con cosas mínimas, como por ejemplo, comer tu comida preferida, ver esa película que te encanta y te inspira, hablar con esas personas con las que te sientes tú mismo y simplemente, ser tú mismo. Sentirte a gusto. Arroparte hasta el cuello en la cama cuando llueve, sintiéndote refugiado ahí debajo. A mí, me pasa.

Por estos pequeños momentos, pienso que el mundo necesita más risas tontas, más películas que inspiren, más personalidad, más lluvia sana... Más alegría.


P.D: Mi gato, Odín.

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